Reconocimiento por 75 años de vida a Hugo Gutiérrez Vega
- El domingo 15 de febrero, a las 12 horas, tendrá lugar en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes un homenaje al escritor y periodista, con motivo de su septuagésimo quinto aniversario. Para hablar sobre la trascendencia de su obra literaria y de su trabajo como promotor de la cultura, participarán los poetas Marco Antonio Campos y Juan Domingo Argüelles y el cronista Carlos Monsiváis. También se contará con la presencia del autor.
Hugo Gutiérrez Vega es uno de los escritores contemporáneos más connotados de nuestro país. Ahora que llega a sus 75 años –tras una vida dedicada a las letras, la promoción cultural y el servicio exterior– el Instituto Nacional de Bellas Artes, a través de su Coordinación Nacional de Literatura, organiza una mesa de análisis sobre su obra (que, entre otros galardones, ha merecido el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes y el Xavier Villaurrutia) y su figura como uno de los pilares de la difusión cultural en México.
Todo está presente en la poesía
Adriana Dorantes
De cargar las maletas de Neruda, Asturias y Alberti en un viaje que, de joven hiciera con ellos, a ser uno de los escritores más importantes de México, Hugo Gutiérrez Vega sigue trabajando en la poesía y, como director de La Jornada Semanal, mantiene el compromiso con la cultura y la sociedad del país.
Nacido en Guadalajara, Jalisco, el 20 de febrero de 1934, Gutiérrez Vega, además de poeta, se distingue como ensayista, actor y diplomático. Es doctor en derecho por la Universidad Autónoma de Querétaro y profesor en la UNAM; además ha sido director de la Casa del Lago, así como actor y director de teatro egresado del Actors Studio de Nueva York. También ha desempeñado importantes cargos en distintas instituciones universitarias y organismos dedicados a la difusión cultural. Entre otras distinciones, ha recibido el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes (1975), el Premio de Letras (Jalisco, 1994), el Premio Nacional de Periodismo en Difusión Cultural (1999), el Premio Iberoamericano de Poesía "Ramón López Velarde" (2001), el Premio de Poesía Xavier Villaurrutia (2002), la Medalla de Oro de Bellas Artes (2004) y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Querétaro. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, rumano, portugués, griego y turco. Como miembro del servicio exterior mexicano, durante treinta y tres años representó a su país como agregado cultural y cónsul general; y fue embajador de México ante Grecia (1987-1994).
Su primer poemario es Buscado amor (1965); de esa época, el autor recuerda: "Yo dirigía un conjunto teatral que se llamaba Grupo de Teatro Iberoamericano de Roma, y pusimos una obra de Alberti. A raíz de eso iniciamos la amistad. Su casa era un lugar de reunión de todos los escritores y gente interesante que pasaban por Roma: ahí conocí a Miguel Ángel Asturias, a La Pasionaria, a Mario Benedetti".
Dentro de su producción poética destacan también Desde Inglaterra (1971), Resistencia de particulares (1972), Samarcanda y otros poemas (1972), Cuando el placer termine (1977), Cantos de Plascencia (1977), Poemas para el perro de la carnicería y algunos homenajes (1979), Meridiano 8-0 (1982), Cantos de Tomelloso y otros poemas (1984), Georgetown blues y otros poemas (1985) y Por favor su currículum (1986). Las peregrinaciones del deseo (1987) reúne sus más de dieciocho libros de poesía desde 1966 a 1985; otra antología importante es Nuevas peregrinaciones (1994) en donde se incluyen los que ha dedicado a Grecia: Los soles griegos (1990), El nombre oculto de Grecia (edición bilingüe en la Editorial Nuevos frutos, Atenas 1991), Cantos del Despotado de Morea (1993) y Una estación en Amorgós (1997). En Bazar de asombros (Tomos I y II, 2000 y 2001, respectivamente) reúne su extensa obra en prosa fundamentalmente conformada por ensayos de crítica literaria, conferencias, memorias y crónicas periodísticas.
El sello editorial español Visor de Poesía publicó en 2008 Antología con dudas, la que el autor en cierto modo considera como su testamento poético. Sobre su título, las propias dudas y dificultades al hacerlo y el contenido del mismo, el poeta expresa: "El problema, en primer lugar, fue que uniera poemas de todos los libros, y escoger de cada libro lo que considero lo más representativo. La idea era dar un panorama general de mi desarrollo y detenerme de manera especial en lo que considero mejor o más interesante, lo que puede salvarse un poco".
La selección de Antología con dudas incluye, a manera de prólogo, un poema de Rafael Alberti escrito originalmente para Buscado amor. Esta antología concluye poéticamente con todo lo que el autor tiene que decir, como él mismo lo afirma: "Ya he dicho casi todo lo que tenía que decir, me queda pendiente el proyecto de escribir un libro más de poemas, que tal vez sea la segunda parte de un poema que se llama México-Charenton, que tiene una gran actualidad, porque el país es cada vez más como un sanatorio psiquiátrico, en todos sentidos, y los mexicanos somos como enfermos asilados en ese sanatorio". Después de Antología con dudas y la afirmación de que es casi su testamento, Gutiérrez Vega, incansable en su propio perfeccionamiento, opinó: "A mí no me toca decirlo, pero creo que se salvan algunos de mis poemas; algunos de mis versos se salvan, pero definitivamente no me siento satisfecho, debí haber trabajado más. Ya no es tiempo de arrepentirse, pero sí me hubiera gustado ser mejor poeta de lo que soy".
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