Trascendió.....
Que los inconformes con la liberación de Carlos Ahumada enfilan
baterías contra el juez que la ordenó, el 12 de lo penal, Alberto
Rubalcava.
Por un lado, tratarán de demostrar que es imposible que en dos meses
haya conocido en detalle los 270 tomos de la averiguación.
Por el otro, recuperarán viejos episodios en que Rubalcava puso en
libertad a personajes como Fernando Peña Garavito, director de
Servicios al Transportes del DF en el gobierno de Óscar Espinosa, y
procesado por fraude. O el de Alejandro Iglesias Rebollo, el dueño de
Lobohombo. O el del rejoneador Rodrigo Santos, acusado, entre otras
cosas, de asesinar a dos policías.
Que ayer el alto mando de la Secretaría de la Defensa Nacional tuvo
que girar de nuevo la instrucción para que todo el personal militar
que salga a la calle en los vehículos de transporte de tropa, jeeps,
pick ups, hummers y de carga, utilice chalecos antibala.
También se recomendó a los soldados extremar precauciones cuando estén
francos. Son las secuelas de las muertes en Carácuaro y el atentado
contra el capitán Félix Ayala en la base naval de Zihuatanejo.
Que le fue aceptada la renuncia al director de Ejecuciones de
Sanciones Penales del DF, Pedro Arellano, quien fue responsable de los
programas de preliberaciones y de brazaletes electrónicos para que los
reos pudieran cumplir sus sentencias lejos de las cárceles.
Arellano amagó varias veces con dejar el cargo… hasta que le tomaron
la palabra. El detonador fue su negativa a someterse a la prueba del
antidoping y los estudios de personalidad.
En respuesta, la mano de Arellano estaría moviendo las recientes
protestas de familiares de internos en las puertas de los reclusorios.
Que nobleza obliga. Cuando Roberto Madrazo era el poderoso presidente
del PRI, acostumbraba citar a desayunos en el restaurante Garabatos,
de Plaza Loreto, donde se encuentra el gimnasio en que el tabasqueño
se entrena cada mañana.
Por Garabatos desfiló la crema y nata de los priistas, entre ellos el
entonces diputado Manlio Fabio Beltrones.
Ayer, día de las madres, con el Garabatos lleno a tope, el hoy
poderoso Beltrones fue a desayunar con un amigo del que ya muchos
tricolores no se acuerdan o quisieran acordarse: Roberto Madrazo.
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