Venezuela: 1. Mitos y hechos sobre el caso de Radio Caracas Televis
Enviado por: "Revista Koeyu Latinoamericano" koeyu@cantv.net
Jue, 31 de Mayo, 2007 4:44 am
De: Redaccion Cubadebate oice05@oice.oa.ce.cu
Mitos y hechos sobre el caso de Radio Caracas Televisión
Libro Blanco de RCTV
Cubadebate
2007-05-30
A finales de diciembre de 2006, el presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, anunció la intención del Gobierno de no renovar la licencia de Radio Caracas Televisión (RCTV), un canal de televisión con sede en Caracas cuya licencia de 20 años expira el 27 de mayo de 2007[1]. La decisión del Gobierno venezolano, criticada en los Estados Unidos, busca cumplir con el interés público y permitir el uso del espectro radioeléctrico, por naturaleza limitado, a otras empresas operadoras que se apeguen a los principios y estándares establecidos en las leyes. Esta decisión permitirá una mayor democratización del espectro radioeléctrico en Venezuela y ofrecerá a pequeños productores acceso a un espacio que antes les estaba negado. A continuación se presentan algunos mitos comunes y hechos en relación al caso de RCTV.
MITO: El Gobierno de Venezuela está cerrando a RCTV y a otros medios privados debido a sus críticas hacia el presidente Chávez.
HECHO: 80% de los canales de televisión abierta de Venezuela y emisoras de radio pertenecen y son operados por el sector privado[2], ni mencionar el bien desarrollado sistema de televisión por cable y satélite. Los 118 periódicos que circulan en el país, tanto de cobertura regional como nacional, están igualmente bajo el control del sector privado. Los medios de comunicación de Venezuela disfrutan de la libertad de reportar, analizar y expresar opiniones sobre todos los temas de importancia sin interferencia del Gobierno. De hecho, la mayoría expresa de manera estridente su oposición al Gobierno y lo hacen sin ninguna amenaza o consecuencia. Actualmente, ningún periódico, canal de televisión o emisora de radio han sido cerrados por su visión política o por hacer oposición al presidente Chávez. Igualmente, ningún periodista ha sido puesto en prisión o castigado por hacer su trabajo. La Constitución de 1999 reafirma la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de información como libertades fundamentales que deben ser protegidas por el Gobierno.
MITO: El Gobierno de Venezuela está cerrando RCTV ilegalmente
HECHO: Como en casi todos los países, en Venezuela el espectro radioeléctrico es un recurso limitado que es regulado por el Gobierno con el objetivo de promover el interés público. El espectro radioeléctrico es una propiedad pública y, como otras propiedades de este tipo, debe ser regulado para equilibrar las necesidades de las empresas operadoras en relación con las necesidades del público.
El artículo 156 de la Constitución de 1999 y otros artículos de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones dan al Gobierno el poder de garantizar y regular el acceso y uso del espectro radioeléctrico. El Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones e Informática es la institución encargada de garantizar acceso a los operadores de televisión y radio, y también de evaluar si un operador ha servido o no al interés general. En resumen, el derecho a acceder al espectro radioeléctrico es sopesado con las responsabilidades respecto al bienestar público. Si una empresa operadora incumpliese con las responsabilidades legalmente prescritas, perdería el derecho a acceder al uso del espectro radioeléctrico.
En el caso de RCVT, el Gobierno de Venezuela decidió que la concesión no sería renovada, porque la empresa falló en cumplir con estándares acordes con el interés público y también porque de esta manera se puede ofrecer la concesión a otros operadores que no han tenido antes la oportunidad de usar este espacio. Esta decisión busca democratizar tanto el acceso como el contenido de la televisión pública. Por otra parte, RCTV podrá seguir transmitiendo su señal vía cable y satélite.
MITO: Otros países no aplican estos estándares, en cuanto al interés público, a la radio y la televisión.
HECHO: Casi todos los países se guían por estos estándares. En el caso de los Estados Unidos, las leyes establecen estándares a los cuales todas las empresas operadoras deben apegarse con la finalidad de mantener su licencia de uso del espectro. La Ley de Radio de 1927 deja claro que el espectro radioeléctrico es una propiedad pública y que todos los operadores que lo usen deben servir a "las necesidades y conveniencias del interés público". La Ley de Comunicaciones de 1934, establecida por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), igualmente detalla estándares para operar de acuerdo al interés público, bajo el cual la aplicación para tener o mantener el acceso al espectro radioeléctrico sería juzgado. En 1960, la FCC estableció 14 elementos que la programación de televisión debía cumplir para alcanzar los estándares del interés público, incluyendo la oportunidad para la expresión libre a nivel comunitario, el desarrollo y uso de talento local, programas educativos y programas sobre asuntos de interés público. La FCC ha negado reiteradas veces la renovación de licencias basada en estos estándares.
MITO: RCTV no ha hecho nada que violara el interés público en Venezuela.
HECHO: Desafortunadamente, RCTV ha fallado recurrentemente en sus obligaciones y responsabilidades hacia el pueblo de Venezuela. En uno de los incidentes más perturbadores, la gerencia de RCTV sesgó su programación diaria para apoyar un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez Frías y su Gobierno democráticamente electo en abril de 2002. RCTV participó en lo que se denominó como "el primer golpe de Estado mediático" del mundo, y prohibió a sus reporteros transmitir información alguna sobre el fracaso del golpe[3]. Esta información era importante para la sobrevivencia y restauración del Gobierno y las instituciones democráticas del país – el gobierno de facto había abolido la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia y la Constitución — e innegablemente era del interés público la situación en la que se encontraban el Gobierno y sus líderes democráticamente electos. Al tomar esta determinación, RCTV negó al pueblo de Venezuela su derecho a ser informado. Un artículo del diario Houston Chronicle sobre el caso RCTV resalta que "las acciones de RCTV no habrían durado más de unos pocos minutos con la FCC" [4].
MITO: La decisión de no renovar la concesión de RCTV tendrá un impacto negativo sobre la democracia en Venezuela.
HECHO: La mayoría de las estaciones de radio y televisión abierta en Venezuela pertenecen al sector privado. De este número, una gran parte pertenece a un reducido número de corporaciones con múltiples intereses económicos y políticos. Esto ha llevado a una situación en la cual, de acuerdo a un editorial del diario The New York Times, "incluso los mejores programas de noticias tienden a ser abiertamente ideológicos y no separan las noticias de la opinión, al estilo estadounidense; de esta manera la visión de los dueños puede permear los reportes. Muchas publicaciones ofrecen noticias diseñadas especialmente para impulsar la agenda personal o política de sus dueños" [5]. Igualmente, Marta Colomina, una profesora de periodismo, columnista de varios medios y una conocida crítica del presidente Chávez, describió la situación así: "Los dueños de los medios están muy conscientes de su poder, y saben cómo usarlo. En Estados Unidos o Europa, hay grandes grupos corporativos de medios que se ven así mismo como servidores del interés general. En Venezuela, los medios están en las manos de pequeños grupos quiénes tienden a servir su propio interés" [6].
Esta concentración en pocos dueños ha limitado el acceso de la ciudadanía a diversos puntos de vistas, dando a los dueños de los medios existentes un poder desproporcionado para estructurar la agenda política y económica de Venezuela. La decisión de no renovar la concesión de RCTV incrementará la democracia en el espectro radioeléctrico de Venezuela, tanto en el acceso a este espacio, como en el contenido que se transmite. Aunque los planes no han sido totalmente establecidos, el Gobierno de Venezuela ha anunciado que la concesión de este espacio será otorgada a una cooperativa de productores y periodistas independientes, la cual será usada para promover noticias, opinión, cultura y entretenimiento desde diferentes perspectivas.
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[1] "Chavez' Move Against TV Spurs Outcry," The Guardian, January 16, 2007. http://www.guardian.co.uk/worldlatest/story/0,,-6349689,00.html
2 http://www.rethinkvenezuela.com/downloads/Venezuela%20Update%20January%202007.htm
3 Andrés Izarra, "El golpe desde la cabina 12 de RCTV," Chávez y los medios de comunicación social, Marineáis Tremamunno, ed. (Caracas; Alfadil Ediciones, 2002), p. 84.
4 Jones, Bart. "Chavez as Castro? It's not that simple in Venezuela," Houston Chronicle, 7 de febrero, 2007.
5 "The Monochromatic Media of Latin America," New York Times, 7 de mayo, 2001.
6 Lugo, Jairo and Juan Romero, "From Friends to Foes: Venezuela's media goes from consensual space to confrontational actor," Sincronía (Invierno 2002), http://sincronia.cucsh.udg.mx/lugoromeroinv02.htm.
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De: Salvador Morales salvadormp39@yahoo.com
Libertad de expresión a debate. Crónicas caraqueñas
Por Salvador E. Morales Pérez, (UMSNH)
Venezuela sigue caliente, pero en un tono menor. Las lluvias en Caracas han puesto en la atmósfera un ligero frescor. Continúan las marchas de uno y otro color. Hasta donde se sepa – ayer noche se reportaron para todo el país 17 heridos y casi doscientos arrestos provisionales – hoy miércoles tampoco ha habido incidentes de alta significación. La oposición no oculta su contento de que un sector de estudiantes haya salido en manifestación a clamar por ellos el respeto a la libertad de expresión. La renuencia de los órganos de gobierno y de justicia a prorrogar la concesión a RCTV, que es denunciada como una empresa controlada por capital colombiano, ha trascendido también las fronteras como un ataque a la libertad de expresión.
De modo, que las manifestaciones y contramanifestaciones en las calles llevan en su seno, en lo más recóndito, una ardiente confrontación acerca de la controvertida expresión. Por todos los medios ha salido a la discusión la artillería intelectual a cruzar fuegos para ventilar la cuestión.
Medios nacionales y extranjeros están enfrascados en el debate. En auxilio de la oposición han venido la CNN, la Sociedad Interamericana de Prensa, la famosa SIP, fundada hace medio siglo por el agente-periodista Jules Dubois, que es un sindicato de propietarios de periódicos, y Reporteros Sin Fronteras, y sin otras cosas, pero con mucha plata acuñada en los sótanos del gobierno estadounidense. Sus protestas son acogidas y difundidas por los grandes y poderosos medios con enormes recursos a su disposición. Repiten la misma canción, el desgastado estribillo, sin entrar en discusión. Los grupos juveniles acogidos a esta bandera son pan fresco para la operación de desacreditar al gobierno.La idea rectora es presentarlo como autoritario y censor de las ideas opuestas. Pero el resto de los medios privados sigue funcionando con poca objeción.
Del otro lado de la acera se ha producido una enardecida reacción. En primer lugar de los periodistas y técnicos expulsados de RCTV, la empresa desarmada de la señal, por no haberse alineado con su línea de maliciosa oposición. A esta orilla de la controversia se han sumado otros comunicadores que en tiempos anteriores al chavismo fueron censurados y despedidos por salirse de la línea trazada por la empresa. Le han propinado a la cabeza visible, Marcel Granier, ganchos al hígado con certera precisión. Viejas facturas se han cobrado. Junto a ellos funcionarios de gobierno y periodistas identificados con el proceso bolivariano e incluso de los que se califican no chavistas, han salido a responder con variada argumentación.
En este terreno se enfrentan de nuevo en las pantallas y letras impresas venezolanas una abstracción con las crudas realidades. Desde luego, no se dice nada nuevo, aunque sea conveniente repetirlo hasta la saciedad: son los dueños de los medios (y otras empresas relacionadas y subyacentes) quienes definen y controlan las líneas de información. Para quienes detentan los recursos, la "libertad de expresión" es su libertad de expresión. Como bien señalan la defensa de sus intereses, de sus patrones de cultura, de su idea de cómo entretener – en el sentido más estricto – a las masas, telenoveleras y futboleras, es la más genuina libertad de expresión. Otra idea es un atentado digno de repulsión. Son ellos quienes deciden difundir los productos hollywoodenses, con su carga ideológica a favor de una visión yankicéntrica del mundo. Son ellos quienes deciden qué se dice y qué se calla, qué se promociona y qué se ahoga. Son ellos quienes deciden qué debes escuchar, qué debes ver, qué debes opinar.
Por supuesto, esgrimen sus adversarios, los pasos que ha dado el presidente Hugo Chávez tienden a romper ese predominio, a sentar nuevas pautas en el quehacer político, ideológico y cultural. Tienden a encaminar la vida venezolana por una senda que les asusta, cuestiona los poderes tradicionales, propone reducir sus potencialidades. Nada que afecte ese ejercicio irrestricto les puede complacer. Lo mismo que suceden Bolivia con los proyectos de Evo Morales. Lo mismo que sucede en Ecuador con Rafael Correa. Lo mismo que hubiera sucedido en México si hubiera resultado electo Manuel López Obrador. Los poderes constituidos, transnacionalizados, no quieren que se mueva una paja, ni tan siquiera para enmendar las injusticias más elementales. Injusticias que se han acrecentados y profundizados con el correr de los modelos económicos impuestos desde fuera.
Estos "defensores" de la libertad de expresión son quienes han hecho lo indecible para monopolizarla, como lo han hecho en México Televisa y TV Azteca. Esta elite mediocrática ha hecho cuanto pueden para cerrarle el paso a radios y televisoras comunitarias. Son quienes se erigen en árbitros de las contiendas electorales inclinando a gusto la balanza de las preferencias. Ungiendo y santificando con el aliento de las más podridas complicidades. De modo, que la emergencia de medios públicos y sociales, de novedades como TeleSur, a la cual tratan de impedirle espacio, pero que hoy por hoy es el mejor medio informativo de todo el continente, constituyen un peligro para su predominio. No sólo el predominio en los patrones ideológicos y de consumo, principalmente el predominio de un sistema alienante del cual son el brazo palabrero.
Son las 8:00 pm. En Montalbán, Caracas, un poco de cacerolas y pitos vuelven a sonar. Otros episodios de este trascendental enfrentamiento están por llegar.
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Revista Koeyú Latinoamericano
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Tel. (58 212) 481 7740
Cel. (58) 412 7332730
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Caracas. Venezuela
Mitos y hechos sobre el caso de Radio Caracas Televisión
Libro Blanco de RCTV
Cubadebate
2007-05-30
A finales de diciembre de 2006, el presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, anunció la intención del Gobierno de no renovar la licencia de Radio Caracas Televisión (RCTV), un canal de televisión con sede en Caracas cuya licencia de 20 años expira el 27 de mayo de 2007[1]. La decisión del Gobierno venezolano, criticada en los Estados Unidos, busca cumplir con el interés público y permitir el uso del espectro radioeléctrico, por naturaleza limitado, a otras empresas operadoras que se apeguen a los principios y estándares establecidos en las leyes. Esta decisión permitirá una mayor democratización del espectro radioeléctrico en Venezuela y ofrecerá a pequeños productores acceso a un espacio que antes les estaba negado. A continuación se presentan algunos mitos comunes y hechos en relación al caso de RCTV.
MITO: El Gobierno de Venezuela está cerrando a RCTV y a otros medios privados debido a sus críticas hacia el presidente Chávez.
HECHO: 80% de los canales de televisión abierta de Venezuela y emisoras de radio pertenecen y son operados por el sector privado[2], ni mencionar el bien desarrollado sistema de televisión por cable y satélite. Los 118 periódicos que circulan en el país, tanto de cobertura regional como nacional, están igualmente bajo el control del sector privado. Los medios de comunicación de Venezuela disfrutan de la libertad de reportar, analizar y expresar opiniones sobre todos los temas de importancia sin interferencia del Gobierno. De hecho, la mayoría expresa de manera estridente su oposición al Gobierno y lo hacen sin ninguna amenaza o consecuencia. Actualmente, ningún periódico, canal de televisión o emisora de radio han sido cerrados por su visión política o por hacer oposición al presidente Chávez. Igualmente, ningún periodista ha sido puesto en prisión o castigado por hacer su trabajo. La Constitución de 1999 reafirma la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de información como libertades fundamentales que deben ser protegidas por el Gobierno.
MITO: El Gobierno de Venezuela está cerrando RCTV ilegalmente
HECHO: Como en casi todos los países, en Venezuela el espectro radioeléctrico es un recurso limitado que es regulado por el Gobierno con el objetivo de promover el interés público. El espectro radioeléctrico es una propiedad pública y, como otras propiedades de este tipo, debe ser regulado para equilibrar las necesidades de las empresas operadoras en relación con las necesidades del público.
El artículo 156 de la Constitución de 1999 y otros artículos de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones dan al Gobierno el poder de garantizar y regular el acceso y uso del espectro radioeléctrico. El Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones e Informática es la institución encargada de garantizar acceso a los operadores de televisión y radio, y también de evaluar si un operador ha servido o no al interés general. En resumen, el derecho a acceder al espectro radioeléctrico es sopesado con las responsabilidades respecto al bienestar público. Si una empresa operadora incumpliese con las responsabilidades legalmente prescritas, perdería el derecho a acceder al uso del espectro radioeléctrico.
En el caso de RCVT, el Gobierno de Venezuela decidió que la concesión no sería renovada, porque la empresa falló en cumplir con estándares acordes con el interés público y también porque de esta manera se puede ofrecer la concesión a otros operadores que no han tenido antes la oportunidad de usar este espacio. Esta decisión busca democratizar tanto el acceso como el contenido de la televisión pública. Por otra parte, RCTV podrá seguir transmitiendo su señal vía cable y satélite.
MITO: Otros países no aplican estos estándares, en cuanto al interés público, a la radio y la televisión.
HECHO: Casi todos los países se guían por estos estándares. En el caso de los Estados Unidos, las leyes establecen estándares a los cuales todas las empresas operadoras deben apegarse con la finalidad de mantener su licencia de uso del espectro. La Ley de Radio de 1927 deja claro que el espectro radioeléctrico es una propiedad pública y que todos los operadores que lo usen deben servir a "las necesidades y conveniencias del interés público". La Ley de Comunicaciones de 1934, establecida por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), igualmente detalla estándares para operar de acuerdo al interés público, bajo el cual la aplicación para tener o mantener el acceso al espectro radioeléctrico sería juzgado. En 1960, la FCC estableció 14 elementos que la programación de televisión debía cumplir para alcanzar los estándares del interés público, incluyendo la oportunidad para la expresión libre a nivel comunitario, el desarrollo y uso de talento local, programas educativos y programas sobre asuntos de interés público. La FCC ha negado reiteradas veces la renovación de licencias basada en estos estándares.
MITO: RCTV no ha hecho nada que violara el interés público en Venezuela.
HECHO: Desafortunadamente, RCTV ha fallado recurrentemente en sus obligaciones y responsabilidades hacia el pueblo de Venezuela. En uno de los incidentes más perturbadores, la gerencia de RCTV sesgó su programación diaria para apoyar un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez Frías y su Gobierno democráticamente electo en abril de 2002. RCTV participó en lo que se denominó como "el primer golpe de Estado mediático" del mundo, y prohibió a sus reporteros transmitir información alguna sobre el fracaso del golpe[3]. Esta información era importante para la sobrevivencia y restauración del Gobierno y las instituciones democráticas del país – el gobierno de facto había abolido la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia y la Constitución — e innegablemente era del interés público la situación en la que se encontraban el Gobierno y sus líderes democráticamente electos. Al tomar esta determinación, RCTV negó al pueblo de Venezuela su derecho a ser informado. Un artículo del diario Houston Chronicle sobre el caso RCTV resalta que "las acciones de RCTV no habrían durado más de unos pocos minutos con la FCC" [4].
MITO: La decisión de no renovar la concesión de RCTV tendrá un impacto negativo sobre la democracia en Venezuela.
HECHO: La mayoría de las estaciones de radio y televisión abierta en Venezuela pertenecen al sector privado. De este número, una gran parte pertenece a un reducido número de corporaciones con múltiples intereses económicos y políticos. Esto ha llevado a una situación en la cual, de acuerdo a un editorial del diario The New York Times, "incluso los mejores programas de noticias tienden a ser abiertamente ideológicos y no separan las noticias de la opinión, al estilo estadounidense; de esta manera la visión de los dueños puede permear los reportes. Muchas publicaciones ofrecen noticias diseñadas especialmente para impulsar la agenda personal o política de sus dueños" [5]. Igualmente, Marta Colomina, una profesora de periodismo, columnista de varios medios y una conocida crítica del presidente Chávez, describió la situación así: "Los dueños de los medios están muy conscientes de su poder, y saben cómo usarlo. En Estados Unidos o Europa, hay grandes grupos corporativos de medios que se ven así mismo como servidores del interés general. En Venezuela, los medios están en las manos de pequeños grupos quiénes tienden a servir su propio interés" [6].
Esta concentración en pocos dueños ha limitado el acceso de la ciudadanía a diversos puntos de vistas, dando a los dueños de los medios existentes un poder desproporcionado para estructurar la agenda política y económica de Venezuela. La decisión de no renovar la concesión de RCTV incrementará la democracia en el espectro radioeléctrico de Venezuela, tanto en el acceso a este espacio, como en el contenido que se transmite. Aunque los planes no han sido totalmente establecidos, el Gobierno de Venezuela ha anunciado que la concesión de este espacio será otorgada a una cooperativa de productores y periodistas independientes, la cual será usada para promover noticias, opinión, cultura y entretenimiento desde diferentes perspectivas.
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[1] "Chavez' Move Against TV Spurs Outcry," The Guardian, January 16, 2007. http://www.guardian.co.uk/worldlatest/story/0,,-6349689,00.html
2 http://www.rethinkvenezuela.com/downloads/Venezuela%20Update%20January%202007.htm
3 Andrés Izarra, "El golpe desde la cabina 12 de RCTV," Chávez y los medios de comunicación social, Marineáis Tremamunno, ed. (Caracas; Alfadil Ediciones, 2002), p. 84.
4 Jones, Bart. "Chavez as Castro? It's not that simple in Venezuela," Houston Chronicle, 7 de febrero, 2007.
5 "The Monochromatic Media of Latin America," New York Times, 7 de mayo, 2001.
6 Lugo, Jairo and Juan Romero, "From Friends to Foes: Venezuela's media goes from consensual space to confrontational actor," Sincronía (Invierno 2002), http://sincronia.cucsh.udg.mx/lugoromeroinv02.htm.
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De: Salvador Morales salvadormp39@yahoo.com
Libertad de expresión a debate. Crónicas caraqueñas
Por Salvador E. Morales Pérez, (UMSNH)
Venezuela sigue caliente, pero en un tono menor. Las lluvias en Caracas han puesto en la atmósfera un ligero frescor. Continúan las marchas de uno y otro color. Hasta donde se sepa – ayer noche se reportaron para todo el país 17 heridos y casi doscientos arrestos provisionales – hoy miércoles tampoco ha habido incidentes de alta significación. La oposición no oculta su contento de que un sector de estudiantes haya salido en manifestación a clamar por ellos el respeto a la libertad de expresión. La renuencia de los órganos de gobierno y de justicia a prorrogar la concesión a RCTV, que es denunciada como una empresa controlada por capital colombiano, ha trascendido también las fronteras como un ataque a la libertad de expresión.
De modo, que las manifestaciones y contramanifestaciones en las calles llevan en su seno, en lo más recóndito, una ardiente confrontación acerca de la controvertida expresión. Por todos los medios ha salido a la discusión la artillería intelectual a cruzar fuegos para ventilar la cuestión.
Medios nacionales y extranjeros están enfrascados en el debate. En auxilio de la oposición han venido la CNN, la Sociedad Interamericana de Prensa, la famosa SIP, fundada hace medio siglo por el agente-periodista Jules Dubois, que es un sindicato de propietarios de periódicos, y Reporteros Sin Fronteras, y sin otras cosas, pero con mucha plata acuñada en los sótanos del gobierno estadounidense. Sus protestas son acogidas y difundidas por los grandes y poderosos medios con enormes recursos a su disposición. Repiten la misma canción, el desgastado estribillo, sin entrar en discusión. Los grupos juveniles acogidos a esta bandera son pan fresco para la operación de desacreditar al gobierno.La idea rectora es presentarlo como autoritario y censor de las ideas opuestas. Pero el resto de los medios privados sigue funcionando con poca objeción.
Del otro lado de la acera se ha producido una enardecida reacción. En primer lugar de los periodistas y técnicos expulsados de RCTV, la empresa desarmada de la señal, por no haberse alineado con su línea de maliciosa oposición. A esta orilla de la controversia se han sumado otros comunicadores que en tiempos anteriores al chavismo fueron censurados y despedidos por salirse de la línea trazada por la empresa. Le han propinado a la cabeza visible, Marcel Granier, ganchos al hígado con certera precisión. Viejas facturas se han cobrado. Junto a ellos funcionarios de gobierno y periodistas identificados con el proceso bolivariano e incluso de los que se califican no chavistas, han salido a responder con variada argumentación.
En este terreno se enfrentan de nuevo en las pantallas y letras impresas venezolanas una abstracción con las crudas realidades. Desde luego, no se dice nada nuevo, aunque sea conveniente repetirlo hasta la saciedad: son los dueños de los medios (y otras empresas relacionadas y subyacentes) quienes definen y controlan las líneas de información. Para quienes detentan los recursos, la "libertad de expresión" es su libertad de expresión. Como bien señalan la defensa de sus intereses, de sus patrones de cultura, de su idea de cómo entretener – en el sentido más estricto – a las masas, telenoveleras y futboleras, es la más genuina libertad de expresión. Otra idea es un atentado digno de repulsión. Son ellos quienes deciden difundir los productos hollywoodenses, con su carga ideológica a favor de una visión yankicéntrica del mundo. Son ellos quienes deciden qué se dice y qué se calla, qué se promociona y qué se ahoga. Son ellos quienes deciden qué debes escuchar, qué debes ver, qué debes opinar.
Por supuesto, esgrimen sus adversarios, los pasos que ha dado el presidente Hugo Chávez tienden a romper ese predominio, a sentar nuevas pautas en el quehacer político, ideológico y cultural. Tienden a encaminar la vida venezolana por una senda que les asusta, cuestiona los poderes tradicionales, propone reducir sus potencialidades. Nada que afecte ese ejercicio irrestricto les puede complacer. Lo mismo que suceden Bolivia con los proyectos de Evo Morales. Lo mismo que sucede en Ecuador con Rafael Correa. Lo mismo que hubiera sucedido en México si hubiera resultado electo Manuel López Obrador. Los poderes constituidos, transnacionalizados, no quieren que se mueva una paja, ni tan siquiera para enmendar las injusticias más elementales. Injusticias que se han acrecentados y profundizados con el correr de los modelos económicos impuestos desde fuera.
Estos "defensores" de la libertad de expresión son quienes han hecho lo indecible para monopolizarla, como lo han hecho en México Televisa y TV Azteca. Esta elite mediocrática ha hecho cuanto pueden para cerrarle el paso a radios y televisoras comunitarias. Son quienes se erigen en árbitros de las contiendas electorales inclinando a gusto la balanza de las preferencias. Ungiendo y santificando con el aliento de las más podridas complicidades. De modo, que la emergencia de medios públicos y sociales, de novedades como TeleSur, a la cual tratan de impedirle espacio, pero que hoy por hoy es el mejor medio informativo de todo el continente, constituyen un peligro para su predominio. No sólo el predominio en los patrones ideológicos y de consumo, principalmente el predominio de un sistema alienante del cual son el brazo palabrero.
Son las 8:00 pm. En Montalbán, Caracas, un poco de cacerolas y pitos vuelven a sonar. Otros episodios de este trascendental enfrentamiento están por llegar.
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